El debut de The Last Dinner Party con Prelude to Ecstasy generó gran expectativa desde antes de su lanzamiento, ya que la banda, aún sin haber sacado su primer tema, logró telonear a los Rolling Stones. Conscientes de la presión, las jóvenes británicas han entregado un álbum que mezcla teatralidad, romanticismo y rock operístico. Sus canciones, que incluyen letras apasionadas y complejas, escapan del pop convencional y muestran una originalidad única. Influenciadas por artistas como ABBA, PJ Harvey y el glam de los setenta, el disco refleja un enfoque artístico profundo y una narrativa queer liberadora. La producción de James Ford contribuye a hacer de este debut una obra impresionante, dejando claro que están a la altura de las altas expectativas y abriendo la puerta a un futuro prometedor.